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Sinopsis
La voz de un sabio indígena nos lleva a un viaje en el tiempo, donde los humanos y la naturaleza hablaban el mismo idioma. Los árboles gritan al viento su reclamo y este anciano los escucha con claridad. En su mochila lleva las semillas de la vida para hacer frente a la propagación de la muerte. La fuerza espiritual de sus antepasados le acompaña. Un encuentro casual con un antropólogo visual inicia una cadena humana alrededor del mundo para ayudar a difundir su mensaje y ayudar a recordar lo que nos hace verdaderamente humanos. Se teje una alianza mundial para la creación de un santuario natural y cultural que exprese un camino de unión y armonía entre los seres del planeta tierra.
El Propósito del Film
Buscamos hacer una película atractiva y conmovedora que inspire al espectador a conectarse con un mensaje poderoso y que, al final, no sólo cambie la forma en que se experimenta un árbol o el sonido del viento, sino que, sobre todo, deje al espectador iluminado y esperanzado con el poder de la unidad entre personas que se alinean en la búsqueda de un emergente absoluto y multidimensional.
Juayuk encarna la historia de una epopeya contemporánea, dramática y urgente. Sin embargo, contiene la semilla para convertirse en algo extraordinariamente esperanzador y luminoso.
Él lo intuye. Detrás de él está la fuerza de la naturaleza y la de sus antepasados, dispuesta a apoyar al hombre en la labor que se propone: regenerar el bosque, ayudar a los árboles y a todos los seres que lo habitan. El viento lo pide.
Así ha sido durante milenios, en los que los hombres y las mujeres han sido parte vital del mundo natural. Han interactuado en relaciones de equilibrio y beneficio mutuo. Juayuk quiere revelarnos que, si los seres humanos se alinean con las fuerzas naturales, todo esto se hace posible muy fácilmente, la regeneración de la vida florecerá triunfalmente.
Juayuk, un personaje distante del mundo moderno, comenzará a conectar con jóvenes militantes de la magnitud de Greta Thunberg, con pensadores y activistas como Satish Kumar o Joanna Macy, intelectuales como Olivier De Schutter, entre otros muchos seres de gran relevancia en sus respectivas áreas de influencia.
En medio de la crisis ecológica y climática, la historia de Juayuk -y la de su pueblo, los wichí- levanta el velo de una cultura capaz de inspirarnos para afrontar los retos que nos esperan como sociedad humana. Esta historia es también profundamente representativa, porque la lucha de Juayuk es la nuestra, en un mundo en el que necesitamos urgentemente repensar y redescubrir nuestra relación con los demás y con la naturaleza. A pesar del sufrimiento de su pueblo y de los retos a los que se enfrenta diariamente -persecución, marginación y pobreza extrema-, este es sin duda un mensaje positivo de esperanza que nos llega desde el corazón de una América Latina indígena. Y es que, como dice Juayuk, “aún estamos a tiempo de recomponer nuestro vínculo con nuestros espíritus aliados, y ellos nos están esperando para que nos encontremos con ellos en la naturaleza. “Si la destruimos, ya no será posible”.
Buscamos tener un impacto real consiguiendo los fondos para proteger esta tierra, la naturaleza y la cultura que hay en ella, tanto la dañada como la que está en peligro, y convertirla en un santuario que celebre esa unión. Donde la antigua cultura wichí pueda recuperarse y desarrollarse en libertad y plenitud y donde este conocimiento y diálogo respetuoso entre los seres se convierta en un espacio abierto, conectando el conocimiento y las prácticas indígenas con universidades e institutos de investigación de todo el mundo. Esta sería una película sobre esa búsqueda de cumplir un sueño, aprendiendo primero de un maestro diferente y alternativo. En definitiva, la película propone vincular a un aborigen de un universo marginado, con personas que son referentes en distintas esferas del mundo global y moderno.
Reconectar los bosques latinoamericanos y su cultura nativa con personas que son referentes y tomadores de decisiones en el mundo moderno, en la metrópoli, y así generar un diálogo intercultural enriquecido que va más allá de las naciones, las culturas y las clases sociales. Se convierte en un espacio de diálogo, honesto, abierto y multicultural. Donde confluye el potencial de lo que nos hace verdaderamente humanos.
Esta película es un profundo testimonio de la vida, de la vida de la humanidad en el planeta. Es dura e injusta, sencilla, pero a la vez conmovedora, reflexiva de tal manera que se convierte en una experiencia inédita, en un documental donde se habla al espectador en su totalidad, a todo su ser. Una película que cuenta la epopeya de un “David” que lucha contra la destrucción irremediable de su mundo y con el más humilde mensaje de amor de un poeta y pensador, ecologista y maestro de una dimension alternativa; que se abre y se une a los seres humanos. Las puertas se abren y los seres humanos se unen en todo el mundo para que esta realidad tenga un final diferente: un caso emblemático que inspira.
Nunca más veremos un árbol de la misma manera. El viento ya no será sólo un movimiento de aire causado por la presión atmosférica diferencial, sino que se convertirá en el portador del sentido profundo de los mensajes ancestrales.